📈 Una de las formas más populares de invertir es la compra directa acciones.
Se resume en comprar acciones de empresas que en tu opinión van a crecer. Si ellas ganan dinero, tú ganas dinero. Parece fácil, pero hay truco.
Invertir de esa forma siempre me ha recordado a ligar en las discotecas 🕺.
Te cuento.
Si eres una persona normal, seguro que en tus años mozos ibas a las discotecas a emborracharte y a ligar.
Aquellos antros del mal estaban llenos de tíos, tías y tíes. De lo que se trataba era de encontrar a uno, una o une que te aguantara.
La calidad y el potencial de revalorización de tu posible pareja dependía de factores varios, algunos de ellos incontrolables.
Si eras guapo, guapa o guape, tenías buena labia y una cartera generosa, tus posibilidades de éxito eran mayores que si eras un tipo, tipa o tipe del montón.
Yo estaba en ese último grupo.
Ajram, la Paca y todos los gurús del trading estaban en el primero, claro.
Pues bien.
Comprar acciones de empresas es parecido a ligar borracho en una discoteca, con la diferencia de que si la cagas puedes perder dinero.
Mucho dinero.
Podría darle muchas vueltas al tema, pero me da pereza.
Al final todo se resume en que si tienes grandes conocimientos, tiempo para analizar balances de empresas y buena pasta para arriesgar, lo tienes más fácil que si eres un pardillo neófito que no ha invertido en su vida.
En ese último caso lo vas a tener más jodido.
Personalmente, a mí nunca me han gustado las cosas jodidas. Hubo un tiempo que sí, pero terminé dejándolo.
Me ponía nervioso.
Me obsesionaba.
Me estresaba.
Y yo soy de Estrella Galicia y playita, ya sabes.
Para los inversores perezosos como yo hay mejores opciones.
Antes eran costosas y poco accesibles, hoy no.
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